CONTINUA LA TALA DE LOS POCOS ÁRBOLES QUE QUEDAN EN CHUECA

Otro árbol atacado en la calle Augusto Figueroa. No podemos afirmar que sea un acto vandálico o una actitud premeditada de alguien del barrio. No sería la primera vez que se ve a algún comerciante talar un árbol para colocar la sombrilla de su terraza o talar un árbol para hacer más visible el cartel luminoso de su negocio. Ambos ejemplos son reales. El caso es que ya casi son más los alcorques sin árboles que los árboles que nos quedan. Un paisaje desolador.